¿Qué se pretende demostrar?
Esta experiencia es interesante para entender el fundamento de una fibra óptica.
Se pone una moneda debajo de un vaso (Fig.1). Es espectacular que, cuando se echa agua, la moneda desaparece (Fig.2). Es debido a la reflexión total. No se ve porque ningún rayo proveniente de la moneda pasa de la superficie lateral del vaso, sino que se refleja como se va a mostrar.
Cuando un rayo de luz cambia de medio tiene lugar el fenómno de la refracción. El rayo se desvía como le ocurre a un rayo que pase del agua al aire. Ahora bien, si el rayo proveniente del agua supera un cierto ángulo de incidencia ningún rayo pasa al aire(Fig.3). Esto es lo que ocurre cuando echamos agua al vaso. En este caso ningún rayo proveniente de la moneda pasa de la superficie lateral del vaso, porque el ángulo con el que incide con esta superficie es elevado (respecto a la normal). Se ha superado el ángulo límite y, por tanto, hay reflexión total (ningún rayo sale del agua). En cambio, si se pone la moneda dentro del vaso y se echa agua, sí que se ve la moneda porque algún rayo incide con un pequeño ángulo de incidencia sobre la superficie lateral del vaso y, por tanto, al pasar al aire exterior puede ser visto por el espectador. (Fig. 4)
Se puede constatar muy bien con un láser. Al igual que los rayos que provienen de la moneda colocada debajo del vaso, cualquier rayo láser provieniente de esta parte de abajo, se refleja en el lateral del vaso y no sale fuera (Fig.5).